Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; – Ecl. 11:7
¿Qué ven los demás en ti… tu esposo tus familiares tus hijos y quienes están cerca….?
¿Ven a una mujer feliz o una esclava en su profesión?
Fue así que en boca de un hermano, surgía esta pregunta para todas las asistentes… ¿es ser esposa de un creyente diferente a ser esposa de un hombre cualquiera? Y aunque resaltaba que espiritualmente es un privilegio de pocas trabajar con un hombre cuyo jefe directo es Dios mismo, también nos simplificó el hecho de que nosotras le damos una relevancia negativa al ser esposas de un creyente y que muchas cosas que pasan en nuestra vida y sobre todo las menos gratas se las atribuimos a esta circunstancia.
Decía el hermano. Si estuvieras casada con un médico, lo normal es que de tanto escucharlo formular a otros, resultes tú también pudiendo darle un consejo eventual a una amiga que está enferma de gripa por ejemplo de una amigdalitis etc. Yo añado… Igual si tu esposo fuera carnicero, terminarías conociendo los cortes de las carnes y sus nombres. Si tu esposo es constructor, terminarías familiarizándote con términos como… vaciar una losa, forrar un baño, vaciar una viga, etc. Si tu esposo fuera un odontólogo, las palabras, resina, malgama, endodoncia, caries, profilaxis, prótesis dentales, etc.
Sabrías perfectamente a que se refieren. Preguntémonos…
¿Será que la esposa del médico, no tomará un recado que le deja una paciente para dárselo a su esposo que no se encuentra porque sencillamente ella no es médico?
La esposa del carnicero se rehusará a vender una libra de carne aunque conoce bien la pesa, solo porque su esposo que es el carnicero no está ¿acaso no participara ella de lo que se venda? Será de acuerdo a lo inteligente y dispuesta que sea la esposa de un creyente, que entiende que Dios mismo lo provee su propio espacio de trabajo junto a la labor de su esposo y le presenta oportunidades en su obra para que desarrolle sus habilidades, sus destrezas y se sienta útil a Dios y a los demás.
Creo que cada una de nosotras a de valorar lo que tiene, y acorde a esto será nuestra gratitud y reconocimiento a Dios porque así como nada de lo concerniente a Dios se consigue con dinero, tampoco podríamos demostrarle otra manera cuan agradecidas estamos y cuanto le amamos….
¿ES EL MINISTERIO UNA CARGA ESPIRITUAL ADICIONAL?
Cuando estemos en la presencia de Dios, la única credencial que nos dará la entrada a la gloria eterna no es el tipo de credencial que uno tenga, la credencial que allí será válida es la misma que rige para cualquier cristiano “La santidad”, sin la cual nadie vera al señor.
Personalmente creo estar casada con un creyente que no tiene necesariamente que representar una carga adicional espiritualmente hablando, cada acción nuestra no tiene que corresponder directamente a ninguna imposición adicional que traiga la vida más bien creo que cuando nos aplicamos a ser sencillamente buenas cristianas, por al contrario las buenas acciones fluirán abundantemente de nosotras como resultado de una vida comandada por Dios.
La vida cristiana no implica omitir o abstenerse de algo fuera para llegar hacer algo por dentro, es al contrario, cuando usted interiormente es como debe ser, este segura que afuera lo notaran, los expertos en viñas afirman que los mejores frutos del viñero son los que crecen a la sombras por debajo de las ramas, donde pueden conservar su color y jugosidad, los que crecen en lugares visibles expuestos al sol, a la orilla del camino no tienen la misma calidad, duración ni apariencia.
Lo más lindo de nosotras no es lo que otros vean, sino lo que proviene de habitar al abrigo del altísimo. Ser buena cristiana, ser mejor cristiana, ser excelente cristiana ha de ser el reto de toda mujer que conoce a su Dios y quiere un día estar con Él, ir menguando para que el crezca sin que nadie nos presione, asumir esos duelos internos, esas luchas secretas que libramos con nosotras mismas en lo reservado con Dios, darán resultado para la gloria de Dios.
Ese camino de perfeccionamiento que como la luz de la aurora nos llama a evolucionar diariamente a todas las mujeres cristianas, no veo porque deba de ser diferente a las que estamos casadas con un creyente. No son objetivos exclusivos de la esposa de un creyente, sino de toda mujer que es hija de Dios y que tiene como fin principal agradarle. Aunque en posición humana tengamos puesto de privilegio, esto no debe de atenderse mal y pensar que estamos exentas de llevar una vida de consagración, esto de allegarse con una mentalidad equivocada superficial y frívola puede hacer en nosotras el mismo efecto que en cualquier otra mujer.
¿CÓMO DIOS VE, SIENTE Y ACTUA?
Abordamos el tema reconociendo que Dios es creador del hombre, y el hombre como criatura está dotado de cualidades, atributos y sentidos el sentido ver nos relaciona con el mundo exterior que nos rodea.
Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol. Ecl. 11:7 contemplar la belleza de la obra universal de Dios es un don. Los ángeles son creados por Dios y ellos como criaturas tienen el sentido de ver.
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mt.18:10. Dios es un ser infinitamente divino, y para su honor y alabanza de su gloria, posee, cualidades, atributos y sentidos, el ve, oye, palpa, olfatea y gusta. El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formo el ojo, ¿no verá? Sal 94:9
Nos dice la santa palabra del señor, “he visto la aflicción de mi pueblo” dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias. Ex. 3:7
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.Gen.6:5 Dios decreto un juicio devastador, pero al mismo tiempo proveyó un lapso de tiempo de 120 años de gracia, en la cual Noé fue el predicador el hombre que más largo ministerio ha tenido en la tierra.
La misericordia divina de Dios, se interpreta como más prolongación de tiempo, de que otra manera se describe como la prolongada paciencia de Dios en otro tiempo.
Mensajes de Hna. Pilar de González del D1