“Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinados ostentosos, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, Sino con buenas obras,como corresponde a mujeres que profesan piedad.” – 1 de Pedro 3: 3-4
1Timoteo 2:9-10; 1 Pedro 3:3 -4; Colosenses 3:12; 1 de Pedro2:9
Cuidado: Preocuparse de algo, poner diligencia, prestar atención.
Atavío: vestido, objetos que sirven para adorno, compostura y adorno.
En un lecho de pasto, la piel del camaleón se vuelve verde .encima de la tierra se vuelve marrón. El animal cambia según el ambiente, muchas criaturas se adaptan a la naturaleza con el camuflaje que Dios les dio para ayudarlos a sobrevivir.
En el mundo actual el modernismo quiere llevar al cristiano a convertirse en un camaleón que cambie de acuerdo a las tendencias y modas que se dan en el mundo.
Mas los seguidores de Cristo somos nuevas criaturas, nacidos de arriba y que cambiados desde adentro. Con valores y estilos de vida que confrontan al mundo y chocan con la moral de este siglo.
Los cristianos no armonizamos mucho con el medio, por lo que a muchos es tan difícil mantenerse con un atavío decoroso y modesto.
En ciertos trabajos se obliga como una disposición laboral que se utilice pantalón, maquillaje, bisuterías, como dicen por allí un poco de vanidad no hace daño…
Pero las presiones que tienen que sufrir los cristianos siempre han existido en los diferentes tiempos, en el caso de la iglesia de Corintio esta se encontraba plagada de modernismo de ese tiempo, por lo que el apóstol Pablo tuvo que señalar específicamente, como debía ser la forma de vestir de las mujeres cristianas.
La vanidad se había infiltrado en el corazón de muchas mujeres de tal manera que se vestían para exhibirse, y llamar la atención por la sensualidad de sus trajes y la gran cantidad de joyas exageradas que causaban una gran impresión.
Por lo que el apóstol hace un llamado de atención a las mujeres por este mal.
Al decir pudor y modestia esto implica decente, que no vaya contra la moral cristiana es decir aquellos principios éticos basados en la palabra de Dios.
1 Pedro 3:3-4 podemos notar que se habían descuidado de lo interno para cuidar solo de lo externo, existía una gran preocupación por lo físico y lo espiritual estaba siendo olvidado.
Como hijas de Dios debemos tomar en cuenta que muchas veces nos preocupamos por lucir bien, que nuestra ropa combine con nuestros zapatos, que la cartera valla con algo de nuestro atuendo.
Y no es que este mal que cuidemos nuestra apariencia, pero no lo es todo.
Detrás de la apariencia qué queda, quizás encontremos seres más espirituales o solo personajes llenos de vanidad y extravagancia.
¿Cuál será entonces el modelo de Dios, para vestirme adecuadamente?
Simple el temor de Dios, cuando hay temor entonces existe preocupación por no ofenderlo, por estar cada día agradable delante de él.
Cuando en nuestro corazón mora el Señor Jesús él es nuestra guía, entonces de seguro que no usaremos ropa indecente ni faldas ajustadas, ni mangas extremadamente cortas, ni ropa trasparente, por que en nuestra vida habita Cristo.
Cierta ocasión alguien me decía que Dios solo ve el corazón y no lo externo, lo que respondí: Si fuera así como reflejaríamos a Cristo, por ejemplo: Si me pidieras agua y yo te la doy, en un vaso sucio por fuera aun que el agua fuera limpia tú te lo tomarías, ¡claro que no! el reflejo del agua según la apariencia del vaso sucio, me daría a entender que el agua no está limpia, Por lo que también cuenta lo externo aquello refleja lo que eres por dentro.
Si bien es cierto que la ropa muchas veces determina la función que realizo, esto me debe de llevar a la reflexión si el mecánico viste sucio por su trabajo, no todo el tiempo pasa sucio, sino que cuando se dirige a un lugar formal cambia su apariencia, para así demostrar que no es tan solo un simple mecánico.
Vestíos como escogidos de Dios, santos y amados; misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Colosenses 3:2.
De esta manera siendo hijas del rey de la Gloria, debemos demostrar quienes somos realmente con modestia, pudor, decoro que son las tres llaves con las cuales las cristianas deben de vestir.
Somos representantes de Cristo Jesús, nuestra apariencia debe ser la más honrosa, el hecho de que vistamos con humildad no quiere decir que estemos con trajes rotos, arrugados o sucios, que es el otro extremo. Sino que demostremos que nuestro Dios ama el orden y la Santidad, por medio de nuestra apariencia.
No somos camaleones que seguimos las tendencias de los tiempos, ni nos adaptamos a las modas y tendencias, que nos presionan para que sedemos tras las vanidades de este mundo.
Somos herederas de la vida eterna, embajadoras de Cristo, real sacerdocio, pueblo santo, llamados ha anunciar las virtudes, de aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable, mantengámonos entonces como mujeres cristianas que viven para agradar al Señor Jesús con nuestra manera de vestir y comportarnos.
¡Amén!
CHILLOGALLO – ECUADOR
Comité de Damas
Distrito # 2